A lo largo de la historia las mujeres han debido enfrentarse a muchas barreras que les imposibilitan desarrollarse en plenitud y alcanzar sus metas, por ello el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) fiel a su compromiso de promover un desarrollo en igualdad de oportunidades, ha implementado en Guatemala dos programas que benefician a 4,238 micros, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en el área rural y urbana.
Uno de los programas promovidos por la multilateral es la Facilidad de apoyo a la MIPYME afectada por COVID-19, un mecanismo financiero con enfoque de igualdad de género, que desde el año 2020 ha facilitado alrededor de US$20.5 millones en capital de trabajo para apoyar la adaptación y recuperación económica de 1,148 empresas con liderazgo femenino.
La canalización de estos recursos permitió proteger 3,723 puestos de trabajo ocupados por mujeres, en sectores como hotelería y turismo, producción agroalimentaria, comercio, servicios y construcción, que operan no solo en el área urbana sino también en áreas y comunidades rurales en casi todos los departamentos del país.
“Para alcanzar los niveles de desarrollo social y productivo en la región es imprescindible accionar a favor de las mujeres, jóvenes y niñas, está demostrado que invertir en las mujeres se traduce en invertir en educación, alimentación y salud. Desde nuestro rol como el Banco de los centroamericanos, continuaremos impulsando iniciativas que apoyen el empoderamiento de la mujer y su autonomía económica”, indicó el presidente ejecutivo del BCIE, Dr. Dante Mossi.
Además, mediante el Programa Regional de Financiamiento Empresarial para Mujeres (FEM), desde el año 2016 el BCIE ha facilitado en Guatemala recursos por US$7.7 millones en financiamiento, aportando al crecimiento de mipymes en donde sus propietarias o gerentes son mujeres. La suma de estos esfuerzos benefició a 3,090 mujeres emprendedoras que comercializan productos y servicios en el altiplano occidental del país, generando con ello 3,283 empleos.
El BCIE continúa su camino para seguir impulsando un cambio de cultura a través de una sensibilización que acorte brechas sociales importantes, aprendiendo y aprovechando las diferencias multiculturales que contribuyen a la vivencia del equilibrio de género y de una cultura laboral y de oportunidades equitativas e inclusivas.
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