¿Quién no ha ido a “La Antigua”? Creo que la mayoría de guatemaltecos conocemos la emblemática ciudad colonial, la cual no solo fue la Capital del Reino en tiempos de la Colonia, sino que está ubicada en el departamento de Sacatepéquez, uno de los más importantes del país.
Pero Sacatepéquez es más que Antigua Guatemala, cuenta con gran cantidad de pueblos y aldeas a sus alrededores que ofrecen variedad de actividades, para grandes, chicos y familiares.
En el programa de ViajandoXGuate, este septiembre está dedicado a este bello departamento, el cual con sus microclimas, sus paisajes y sus infinidad de actividades es uno de los lugares turísticos para visitar, si no quiere alejarse mucho de la Ciudad de Guatemala.
El Hato Verde
El primer lugar que haremos mención es El Hato Verde, ubicado entre las montañas de la Aldea El Hato, es un lugar para pasar el tiempo de la mejor manera si se busca aventura, seguridad y relajamiento de alma y mente.
Con sus sus miradores, senderos y una malla para recostarse «en el aire» el Hato Verde atiende de martes a domingo en horario de 8 am a 7 pm, cuenta con transporte desde la Antigua o parqueo cerca donde un bus o un carrito de golf llegan por uno.
La malla está «en el aire», con una vista espectacular.
El costo del ingreso es de Q115 por persona y se puede usar todo el parque todo el día, la comida es exquisita, el pan hecho en el lugar y lo mejor, se puede ir con las mascotas que también son bienvenidas. El precio solo incluye ingreso y estadía, el consumo es aparte.
Desayuno en el Hato Verde
Todavía están en construcción algunas áreas que esperan estar concluídas en breve.
San Juan del Obispo
¿Sabían que los pueblos a las afueras de la Ciudad Colonial eran llamados «pueblo de indios»? Pues San Juan del Obispo fue uno de ellos, y hace poco fue declarado por el INGUAT como «Pueblito Pintoresco».
Una e las calles de San Juan del Obispo.
Ubicado a 4 kilómetros de La Antigua, cuenta con un aproximado de 600 habitantes y sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando el Obispo Francisco Marroquin decidió establecer su residencia allí, construyendo en 1547 el Palacio Arzobispal. El nombre original del pueblo era Juan Bautista de Guatemala, sustituido un siglo después por su nombre actual San Juan (Por Juan el Bautista) y del Obispo (Por Francisco Marroquin, primer Obispo).
Fachada de la Iglesia del pueblo.
En la plaza central está su iglesia, remozada a lo largo de los años, su fachada aún es la original, con un estilo rococó y una mezcla sutil de barroco. Cuando llegamos al pueblo esta se encontraba en trabajos de restauración del techo.
Interior de la Iglesia que está en cambio de techo, las columnas están tapadas con naylon para resguardarlas ya que son las originales.
La iglesia inició su construcción entre 1530/1535 y fue terminada en 1547, cuenta con 7 retablos de estilo barroco con laminilla de oro incrustada y cada uno tiene una historia bíblica; en el retablo del altar tiene las pinturas en estilo barroco de la vida de San Juan el Bautista, desde el nacimiento hasta la muerte.
Retablo del altar, sus pinturas barrocas evocan la vida de San Juan el Bautista, patrono dle pueblo, está recubiera por laminilla d oro.
Tiene un Nazareno del tiempo de la colonia, los datos no los dieron debido a que por los trabajos los libros están guardados, pero el sacristán Samuel Cahcón explicó que en el pecho de Jesús Nazareno se encuentra tallado autor y año. Esperan concluir los trabajos a finales de este año.
Dentro de nuestro recorrido por el “Pueblito Pintoresco” fuimos a realizar dulces típicos, en esta ocasión nos enseñaron a hacer bolitas de tamarindo.
Elaboación de dulces típicos.
San Juan del Obispo también es conocido por sus vinos, sobretodo el de níspero, en nuestra visita fuimos a Níspero Restaurante y sus arbolitos de níspero a las faldas del Volcán de Agua, pueden buscar la info porque hay tours en época de cosecha por un costo razonable donde uno se sube al árbol, corta sus nísperos y se los lleva, es una aventura fuera de serie.
Vino de níspero, de Níspero Restaurante.
En el pueblo hay varios lugares donde se puede conseguir el vino, y muchas de las familias cosechan la fruta, y es tanta que hasta se pierde. La cosecha se da entre octubre y enero.
Explicación del proceso del nispero, recolecta y elaboración del vino.
Terminamos almorzando en el restaurante Sabores de mi Pueblo, allí mismo, en el pueblito pintoresco, donde yo pedí un estofado de 3 carnes que estaba delicioso, también hubo pepián y filete de pollo en vino de níspero, refresco natural y para terminar la visita un delicioso café acompañado de un flan antigüeño, un mole de plátano o un pai de níspero con queso.
Degustación de vinos artesanales en restaurante Sabores de mi Pueblo.
Palacio Arzobispal
Interior del Palacio del Arzobispado.
Uno de las más emblemáticas construcciones de la tierra del níspero, es el Palacio Arzobispal, actualmente museo a cargo de la congregación Bethania. Sin embargo,a la muerte del obispo Marroquin, quien con fondos propios llevó a cabo la construcción, fue dado a 6 Fransiscanos quienes lo modificaron para un convento, pasando a ser una vicaría hasta que los religiosos fueron expulsados por el régimen liberal de la época, finales del siglo XVII. Posteriormente fue otorgado a los Sacerdotes Cleteriatianos; entre la información que se sabe, es que en un tiempo fue usado como la escuela del pueblo.
Exposición permanente de los artículos delObispo Marroquin en tiempo de la Colonia.
Dentro del museo se encuentran piezas de la época de la colonia, así como de Obispo Marroquin, además una capilla con estilo rococó en sus paredes y un altar con laminilla de oro, el horario es de todos los días de 9 a 12 y de 14 a 16 horas, para ingresar se debe tocar el timbre, el costo es una donación voluntaria. Vale la pena conocerlo.
Capilla interna del Palacio, pinturas barrocas, sin embargo su arquitectura es rococó.
Finca de Macadamia Valhalla
Después del almuerzo, ya con «barriga llena y corazón contento», nos trasladamos a San Miguel Dueñas, otro pueblito pero al otro lado de donde estábamos, camino a San Juan Alotenango, allí visitamos la Finca de Macadamia Valhalla, ubicada en el km 52.5 sobre la carretera.
Ingreso a la Finca de Macadamia Valhalla.
El fundador de ese proyecto es Lawrence Gottschamer, bombero retirado en California, momento en el cual migró para Costa Rica y allí aprendió sobre agricultura sostenible, posteriormente, en 1985 junto con su esposa fundan la Estación Experimental Valhalla, ya con el apoyo de la Asociación Californiana de Macadamia. Con la crianza selectiva lograron obtener variedades locales que podían producir comercialmente. Su meta principal era encontrar soluciones para las comunidades indígenas locales.
Secado de la macadamia, puede tardar de 15 a 20 días.
Hoy es una de las fincas que más producen macadamia y cuenta con varias actividades, entre ellas el tour que hacen por la Finca y donde dan las explicaciones, también hay productos para el cuidado de la piel hechos a base de macadamia. Tienen un restaurante donde deberán probar los originales panqueques de macadamia, aunque aún no estoy segura que me gustó más, si el restaurante o el baño (vean las fotos).
Baño del restaurante, muy ecológico.
Recorrimos la finca, nos explicaron el proceso y hasta clasificamos macadamia. Probamos algunos productos que la verdad vale la pena consumirlos y adquirirlos.
Ingreso al Bar/ Restaurante.
Son amantes de los animales, han rescatado 7 perritos, y aunque se puede llevar a la mascota, es mejor ir con las precauciones necesarias.
Macadamia en el árbol.
Se puede realizar «glamping » así que si quieren una noche diferente, pueden ir a la casa rodante que tienen, completamente equipada y pueden acceder, ya sea porque se quedaron o solo fueron de visita, de su SPA.
Para saber si la mcadamia ya está, debe moverse, si adentro se siente un ruido y como se mueve algo es que ya secó.
Antes de regresar a la Ciudad cenamos en el restaurante Las Antorchas, ubicado en el Corazón de la Ciudad Colonial, donde su Chef, un suizo del área francesa nos contó cómo ese pedacito de tierra lo envolvió hace más de 20 años.
Recepción y tienda, el cual está custodiado por uno de los perros rescatados.
Así que si busca algo diferente cerca de la ciudad, Sacatepéquez es el lugar perfecto, entre historia, aventura y diversidad puede pasar un o varios días fuera de la rutina.
