Juan Manuel Magaña, un balletista reconocido
Tú no escoges la danza, ella te escoge a ti. Y si decides dedicarte a ella y su expresión, trabajas día con día para que tu cuerpo responda y dé lo mejor de sí. ¿Qué pasaría si un día un accidente te inmoviliza tu principal fuente de movimiento? Los mayores retos de la vida y sus lecciones llegan de forma inesperada y Juan Manuel lo sabe. Pero es ahí, donde la resiliencia aparece.
Juan Manuel Magaña Mejía practica danza desde el 2005 y es uno de los bailarines principales del Ballet Moderno y Folklórico del Teatro Nacional desde hace 12 años. Magaña también es director de un ministerio de danza en una iglesia cristiana donde ha trabajado por más de 25 años, por lo que su movilidad es parte fundamental de su trabajo y, como él define, su pasión.
El sábado 3 de diciembre salió de su trabajo como de costumbre en su motocicleta y su vida cambió.
No recuerda qué fue lo que pasó, solo que amaneció en un hospital nacional en donde recibió el diagnóstico de fractura grave de columna de las vértebras torácicas. Pasó una semana en dicha condición en espera de alguna intervención médica, sin embargo, fue cuando sus familiares y amigos solicitaron ayuda y dieron con el Dr. Ruy Gil Rohrmoser, neurocirujano y cirujano de columna del Hospital El Pilar, que fue operado.
Al salir de cirugía, mientras todavía era transferido al intensivo, él y toda su familia pudieron ver y vivir la emoción del movimiento de su pierna derecha, la cual progresivamente fue mejorando en pocos días.
El diagnóstico médico
El Dr. Gil Rohrmoser, dijo que el paciente fue trasladado a El Pilar semiparapléjico: “tenía una fractura en la columna dorsal, en las vértebras T5 y T6. Una de las vértebras estaba desplazada sobre la otra. Quedó con la pierna derecha sin movimiento y tenía una disminución de fuerza en la pierna izquierda”.
“Se le hizo una descomposición de la médula espinal, cirugía mediante la cual se le fijó la columna, desde la T4 hasta la T8 por medio de una descompresión medular. La cirugía de descompresión es un procedimiento que se realiza con el propósito de reducir la presión sobre las raíces nerviosas o la médula espinal”.
La cirugía se realizó con una tecnología llamada Monitoreo Neurofisiológico Intraoperatorio, a través de la cual es posible detectar oportunamente las lesiones neurológicas, siendo una valiosa herramienta de apoyo para los cirujanos cuando llevan a cabo procedimientos de alto riesgo.
“Al terminar la cirugía hubo una mejora significativa de la transmisión nerviosa que en términos técnicos se dice potencial motor y sensitivo medular de la pierna derecha. A las 60 horas de operado tenía una recuperación de la fuerza muscular de la pierna derecha y los dedos del pie, lo que no es tan usual en este tipo de casos” explica el Dr. Gil Rohrmoser y añade “Nosotros no esperábamos que fuera a recuperar la fuerza de la pierna tan rápido,” pues la operación se realizó con 10 días de retraso luego del trauma.
Magaña tuvo otras lesiones como una luxación en el hombro, de la cual fue operado de forma previa en el otro centro asistencial y se encuentra en buen estado. Además, tiene fracturas de varias costillas que se consideró que no era necesario operar. Ahora tiene entre un 60 y 70 por ciento de la movilidad de la pierna derecha.
“Gracias a Dios en el Hospital El Pilar comenzaron a hacerme todos los exámenes, prueba tras prueba. Tenían todas las máquinas y la tecnología necesaria para operarme y un equipo médico especializado en la columna vertebral y el sistema nervioso; por lo que mi hermano, mis amigos y mi familia consideraron que era la mejor opción” dice Magaña.
El Hospital El Pilar cuenta con todo lo necesario para atender a pacientes como Juan Magaña, desde un equipo de neurocirujanos para enfermedades de la columna vertebral y los avances tecnológico; como microscopios de última generación, neuronavegación para tumores cerebrales y patología de columna hasta la monitorización electrofisiológica.